A propósito de…LXXXI

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¿Tan bajo hemos caído?

Laura F.

A estas alturas de la historia y con los avances, en todos los campos, deberíamos ser una especie más evolucionada y, por tanto, más humanos y menos animales. Hoy he escuchado al juez Velasco decir que todos somos corruptos. Creo que se refiere a que todos llevamos el germen de la corrupción en nuestro interior. Por supuesto, depende de nosotros el que dejemos que se desarrolle o no. Pero no todos somos deshonestos. Conocemos muchísimos casos de personas dignas, con honor, que incluso han dado su vida por defender lo correcto, lo justo, lo bueno.

Ni antes ni después de Declaración Universal de los Derechos Humanos, hemos mejorado. Bueno. Sí. Los pocos que arriesgan sus vidas por los demás y para sobrevivir. Hay que ver la desfachatez de los que tienen poder y sólo lo usan en su propio beneficio. Pero en realidad, lo han perdido todo. Por mucho que se hinchen, por mucho que lo repitan. Hay quien pasa a la historia como alguien grande y otros, simplemente, como mezquinos. Unos se esconden en “su ética” (que nadie sabe cuál es), otros se esconden en su fe, aquellos en su fanatismo, los de allá en su comodidad y los de acullá en las leyes hechas por ellos mismos. Que, por cierto son malos escondites ya que, antes o después, se les ve el plumero. Véase el Sr. Cotino, por ejemplo. Los hay de todos los colores, banderas, razas y religiones. Pero me he fijado en este sujeto porque utilizó el crucifijo y la Biblia en su mesa de presidente de las Corts Valencianes.

Qué poco le han servido sus creencias, que deben ser de plástico, para usar de forma torticera lo sagrado. Si no lo digo reviento. Porque desde que lo vi se me subió el hígado a la garganta y todavía sigo tragando con dificultad. Tanta religiosidad no le ha enseñado lo que es la humildad y la dignidad. Ser digno significa ser valioso, con honor, merecedor de algo por su calidad como persona. Y es que todavía vivimos en la caverna, pero no en la de Platón, sino en la de las montañas. ¿Quién sabe hoy día qué es la dignidad? En general. Pocos sabrían definirla y mucho menos practicarla. Cierto, cierto, cierto,…Existen muchos habitantes del planeta, incluso las tribus que hemos dejado en la Amazonia, que sí sabrían lo que es. Pero…en el mal llamado mundo civilizado…NO.

Y como no sabemos lo que significa…, no podemos practicarla la dignidad. Porque nosotros mismos nos tenemos por nada, por clínex de usar y tirar. Y tratamos a los demás como lo hacemos a nosotros mismos. Somos trozos de carne con ojos que sólo queremos vivir bien, con el mínimo esfuerzo y sin un ápice de responsabilidad. A quiénes les pique estas palabras, los siento. Que se rasque. Porque el que sí sepa qué es ser digo, de nada se mosqueará. Todo este rollo que he escrito, es una gran perífrasis, un rodeo para desahogarme ante la visión de unos emigrantes, recién llegados en patera, en una travesía que los dejó agotados y heridos Y fueron llevados en un camión de basura, después de estar seis horas (más o menos) esperando a los sanitarios y que se les tratara como apestosos, cuando ninguno tenía síntomas de ébola. Una: En Canarias. Tardaron más en llegar los sanitarios a Maspalomas que en dar tres vueltas a la isla. Dos: ¿No había otro medio de transporte para seres humanos? ¿Sólo camión de basura? Tres: Nos retratamos. El subconsciente nos delata. Quizá es que nos sentimos basura y por eso…… Me sentí avergonzada como ser humano… Junto con los desahucios, dependientes, enfermos crónicos graves,… Junto con todo lo que vemos robado y malgastado…Me pregunto: ¿HASTA DÓNDE VA LLEGAR LA BAJEZA HUMANA?

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