A propósito de…XCIV

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Hospital Vega

 ¿Dónde está mi médico?

Laura F. 
 

Esta tarde he tenido que llamar al Centro de Salud  Álvarez de la Riva por un problema con la Cita Previa. No sólo no ha habido conexión con este departamento, sino que lo he intentado en Urgencias, para ver si era cosa del negociado este, y mi sorpresa ha sido que tampoco había línea. Lo he hecho a las 6´30 y a las 7´14 de la tarde, claro, y «si quieres arroz Catalina». Menos mal que no tengo una urgencia, y… espero que quien la haya tenido, su teléfono «sea» mejor que el mío. Esto es una gota  más de vaso que está a punto de derramarse.

A lo que voy. Buscando, buscando he llegado a un apartado que dice ‘Carta al Paciente’. Y como era para mí, la he leído enterita.  Entre otras buenas intenciones dice esto: «La atención que reciba se basará en los estándares de calidad establecidos y estará siempre encaminada a mejorar su estado de salud, evitándole riesgos adicionales y reduciendo al máximo su sufrimiento». Y sigue con una serie de intenciones muy buenas, por qué no decirlo. Ni el propio Vaticano habría hecho una teoría tan cuajada de solidaridad y respeto. Por ejemplo: «Una sanidad eficaz y eficiente, que atienda a los pacientes de la forma más adecuada y en el tiempo más adecuado. Cercana al ciudadano, sin barreras administrativas y organizativas que dificulten el acceso”. Entre otras cosas. La verdad es que, gracias a Dios, las veces que he tenido que ser atendida en el centro de salud, como en el Hospital Vega Baja, no tengo ninguna objeción, al contrario.

Pero más por el personal que allí desarrolla su labor que por las instalaciones que, o estaban, en parte, cerradas o había goteras, pérdida de agua del aseo, etc. La verdad es que desde hace unos treinta años que nos “tiramos” a la calle los vecinos de la Vega, el edificio no ha mejorado mucho en sí. Otra cosa son  los añadidos por las necesidades y protestas de los usuarios. La gestión ha ido de mal en peor. Como digo, desde las limpiadoras hasta los cirujanos, muy bien. Bueno, en todo hay excepciones, que también. Pero el centro de salud Álvarez de la Riva, es el que más he visitado y, desde luego, el trasiego de médicos que ha habido desde que se puso pachucho el que me correspondía… ha habido de todo. No entiendo el trajín de un médico tras otro. Es cierto que con apretar un botón, el expediente del paciente se ve en un instante, pero hay un problemilla. Y es que en la atención médica es básico el conocimiento médico/paciente, pues aquel sabe de las dichas y desdichas, de las situaciones familiares, laborales, etc.,  del  enfermo que le lleva a comprender el porqué de su estado. Por otro lado, es la visita a domicilio.

¿Qué ocurre cuando la enferma es una anciana que no puede apenas andar y el médico no visita a la enferma en su casa? Si como dice la famosa carta al paciente, además de valores, deberes y derechos y  el compromiso de la Consellería con los ciudadanos, y aprovechando los cauces de participación para contribuir a mejorar la calidad de los servicios que se prestan. Lo aprovecho para exigir lo que pago. Porque si no pago no puedo reclamar lo que es mío. Pero lo pago y bien pagao. Y es: ¡¡¡¡¡MI MÉDICO!!!! ¡¡¡¡¡¡QUE SE LLAMA EUSEBIO MARTÍNES GODOY!!!!!!!.  Es el primero en mucho tiempo que me llama por mi nombre, me escucha, me aconseja, visita a mi madre en casa, ME MIRA A LA CARA, y hace que me sienta persona, no un mueble parlante. Tengo el derecho, y es la obligación del GERENTE O DIRECTOR DEL HOSPITAL darme lo que me corresponde. Si tantos deseos tienen que la medicina sea efectiva y eficiente, que hagan una encuesta de servicio. Creo que la diferencia entre estas dos palabras no la  han entendido bien.

No pido médico a la carta, pero tampoco que ellos lo pongan según su capricho. En una actividad tan importante, debe primar la efectividad. ¿NO? Pues médicos efectivos y eficientes, como el mío. Si tiene que ahorrar la Consellería de Sanitat, que lo haga en las partidas de perifolleo, coches, sueldazos y demás furufalla, pero con mi médico NO. Somos muchos los pacientes que lo reclamamos y NO SE NOS ESCUHA, ¡¡Para qué tanta carta al paciente, tantos valores y tanta zarandaja!! Si de verdad desean darme una sanidad de calidad EFICIENTE Y EFECTIVA, VAYAN REPASANDO SU FORMA DE GESTIONAR, A VER SI ES QUE SE ETÁN EQUIVOCANDO. Y AMÍ DENME LO QUE ES MÍO, QUE LO SUYO YA LO COBRAN TODOS LOS MESES. Y no veo que muchos se lo ganen.

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