Alfonso Ortuño, hijo predilecto de Orihuela: «Lo de que nadie es profeta en su tierra empieza a no ser verdad»

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Alfonso Ortuño fue portador de la Gloriosa Enseña del Oriol en el año 2011

«Orihuela es mi pueblo, este reconocimiento significa mucho para mí», asegura el artista oriolano

El pleno ordinario de diciembre del Ayuntamiento de Orihuela nombró este jueves por una nimiedad a Alfonso Ortuño como hijo predilecto de Orihuela. El caricaturista y pintor oriolano ha paseado el nombre la ciudad por todo el país gracias a su talento artístico, por ello, el próximo mes de enero será nombrado «hijo predilecto de Orihuela». En Diario de la Vega hemos hablado con él de la ciudad que lo vio crecer.

Durante la charla nos cuenta que, aunque lleva muchos años fuera de la ciudad en la que creció, «Orihuela es mi pueblo, y también era un montón de amigos que, desgraciadamente, ya no están pero recuerdo diariamente». Pese a haber nacido y crecido en Orihuela, la capital de España ha sido el lugar donde más años de su vida ha pasado por motivos laborales. Esta marcha no lo hizo olvidarse de su tierra ya que nos admite que «lo que más eché de menos durante esos años fue la cocina de Orihuela, que me encanta. La de Madrid también es buena, pero es diferente».

Cuando hablamos con él de su infancia recuerda uno de los momentos más felices de esta etapa y el que fue el inicio de su pasión por el arte, «mi recuerdo más feliz es de cuando tenía 10-12 años, mis abuelos me regalaron una caja de pintura al óleo. Me acuerdo que pensé, ¿cómo se ha dado cuenta de que a mí me gusta esto?, ahí empecé a practicar y hasta ahora»

Esta pasión, que se convirtió en su profesión durante décadas, quedará siempre latente en Orihuela gracias a su participación e implicación en la cultura, fiestas y tradiciones de la ciudad, «yo siempre estoy dispuesto, espero que me llamen porque siempre estoy dispuesto a hacer todo lo que me piden».

En sus 81 años de vida la ciudad de Orihuela ha cambiado mucho al igual que lo han hecho sus gentes, pero tal y como asegura Ortuño, «el pueblo que se queda inmóvil está perdido. Orihuela ha cambiado al igual que lo han hecho otras ciudades, las ciudades cambian como cambian las personas y se van modernizando, aunque siempre quedarán aspectos de toda la vida».

El próximo mes de enero, Orihuela le rendirá honores al que es su nuevo hijo predilecto el cual se muestra eternamente agradecido ante este nombramiento, «significa mucho para mí, es mi pueblo. Lo de que nadie es profeta en su tierra empieza a no ser verdad, aunque lo que más siento es que hay muchas personas que no van a poder estar en esta fecha«.

Como broche final de la charla, Alfonso Ortuño recuerda el poema Retrato de Antonio Machado y pide a sus vecinos que, sobre todo, sean buenas personas.

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