ANATOMÍA DE LA MELANCOLÍA: Desde la punta del compás

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Fotografía de Joaquín Marín

Escrito por Mateo Marco Amorós

El doce de septiembre se presentó en Villena el libro «Pedro Marco en palabras». Libro colectivo, joya literaria y editorial. Ana Valdés condujo el acto con exquisitez recordándonos lo que Pedro, pintor artístico que nos educó la mirada y con el que compartimos algún viaje y vivencias, decía aprovechando un compás: «El punto en que pongo la aguja es la mesa en la que estamos reunidos. Hago así (un primer círculo), y esto es mi estudio… ya casi que cojo hasta el castillo. Hago otro círculo y cojo Villena. Con otro cojo Alicante. Abres más y coges toda España. Abres más y te sales de Europa. Cada vez que haces esto amplías tus experiencias. Pero nunca debes olvidar donde está tu punto: tu origen y tus principios, ahí donde has clavado la aguja».

Siguiendo su consejo, gloso hoy mi despedida como profesor atendiendo origen y principios. Y en la punta de mi compás, también clavada en Villena, veo tres referencias pertinentes. Una, la Villena agrícola de mis abuelos. Otra, la Villena zapatera de mis paisanos. Y otra, la Villena contable que ocupó a mi padre.

De la Villena agrícola de mis abuelos aprendí, útiles para nuestra profesión, dos evidencias. Una, la necesidad de que los árboles crezcan rectos, poniendo tablillas y ataduras que orienten el rumbo ascendente, pero sin constreñir el esqueje. Es imprescindible una holgura de libertad para no dañar el crecimiento. Otra, que si no se abona, la tierra no da fruto. Esto contra didácticas que menosprecian los contenidos. De la Villena zapatera, especializada en calzado de niño, zapato que llamamos «chicarro», aprendí que desde la infancia importa un calzado de calidad para caminar pronto; pero que ese calzado ha de adaptarse lo mejor posible al pie de cada niño. Así la enseñanza. Finalmente, de la Villena contable de mi padre aprendí, contra la arbitrariedad, ponderación. Exigir mucho para explotar toda riqueza, pero al tiempo ser generoso.

Abro el compás y en los círculos que trazo me aparecen los lugares donde he querido ser útil enseñando: Villena, Castalla, Sax, Campello, San Juan, Bigastro… Un honor. Y mil gracias.

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