Asaja alerta de que los robos en los campos de la Vega Baja no cesan y pide más medios para combatirlos

El sindicato agrario cifra la pérdida por hurtos en la provincia en 7 millones de euros anuales

Limones recuperados por la Policía Local en Orihuela

El sindicato agrario de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante alertó ayer sobre la oleada de robos  masivos en los campos de la provincia, y que se han convertido en el tercer problema que más preocupa a los agricultores alicantinos solo por detrás de los bajos precios en origen y la falta de agua. En un comunicado, estiman que el 99% de los propietarios de tierras rústicas en la provincia sufren un robo por temporada, y el 80% dos o más de forma anual.  Por lo que se calcula que las pérdidas por hurtos en el campo alcanzan cifras hasta 7 millones de euros anuales en valor de producto, y de más del triple de esta cantidad si se tienen en cuenta el valor de los destrozos.

La Vega Baja es una de las zonas más castigadas por este tipo de robos, como demuestran las múltiples operaciones desmanteladas por el grupo Roca de la Guardia Civil. Sin embargo el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, pidió que se realicen más inspecciones en los mercadillos de fin de semana, a donde van a parar la mayoría de cítricos sustraídos.

«En la Vega Baja no hay finca de limones que no haya sufrido dos o más robos en las últimas semanas», denunció al tiempo que explicó que «la gente llega con furgones y en media hora cargan 30 o 40 cajas, sustrayendo hasta 3.000 kilos de limones en una semana».

Desde el sindicato agrario criticaron que la seguridad que tienen en la actual campaña agrícola es «muy baja» y exigieron más medios: patrullas policiales, incrementos de controles y respuestas jurídicas. Incluso pidieron que, si es necesario, estudien modificar el código penal para acabar con las «pequeñas penalizaciones» que se aplica a este tipo de delincuentes.

Al respecto, consideran que el grupo Roca de la Guardia Civil atiende sus llamadas cuando denuncian un robo pero «la vigilancia por parte de patrullas sigue siendo insuficiente para atajar el problema de raíz y los recursos humanos y técnicos no cubren las necesidades actuales».