Uno de aquellos…XXIII

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Dinoco

Dinoco por ejemplo

Mateo Marco Amorós

Si una administración local, provincial, autonómica, estatal, interestatal… la que sea, no responde a las necesidades de los ciudadanos, es una administración inútil. Si la inacción administrativa es porque alguna ley dificulta, retrasa o impide la gestión, habrá que revisar la ley. Lejos de nuestra voluntad el incumplir las leyes, pero ya lo dijo el Cristo: La ley al servicio del hombre, no el hombre para la ley.

Lo de Dinoco en Orihuela –Asociación para el Desarrollo Infantil de Niños de Orihuela y Comarca de la Vega Baja– revela otro ejemplo de lo que la sabiduría popular termina catalogando, no sin cierta resignación y también tristeza, como «casa sin barrer». «Entre unos y otros, la casa sin barrer». Y esos unos y otros son, quienes sean, los que tenían que dar respuesta inmediata a realidades que no pueden esperar. Pasó con la conexión entre Ociopía y la Nacional. Por un tiempo demasiado largo, ya abierto el centro de ocio y comercial, el acceso para muchos comarcanos resultó laberinto. Ha pasado con el tomicus. Que mientras el quesitú-quesiyó entre administraciones, el bicho se ha pegado una hartada a pinos para reventar, dejando canos nuestros montes y convirtiéndolos, Dios no lo quiera, en falla para el verano. Y está pasando con Dinoco.

La gestión política es compleja. Los ciudadanos queremos solución ya para «lo nuestro» y es verdad que muchas veces priorizamos «lo nuestro» sobre «lo general» y exigimos inmediatez a quien tiene otras muchas inmediateces que atender seguramente más importantes que la nuestra. Pero tratándose de lo de Dinoco, tratándose de educación temprana y ayuda a niños que la necesitan, está justificada toda urgencia. O se hace o… En Educación, las consecuencias de no atender lo que se tiene que atender en el momento preciso pueden ser irreversibles en muchos casos y lastrar para siempre las posibilidades de aprendizaje de una persona.

Lo dicho: Si una administración, la que sea, no responde a las necesidades de los ciudadanos, es una administración inútil. Si la inacción administrativa es porque alguna ley dificulta, retrasa o impide la gestión, habrá que revisar la ley.

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