Wifi, tú lo pagas y yo lo cobro

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Desde la llegada de la crisis,  muchos «informáticos» ofrecen conexión Wifi por un pagó único de entre 30 y 50 euros

 

Podemos encontrar todo tipo de anuncios en farolas, fachadas, árboles y demás mobiliario urbano de lo más variado, desde el típico vendo piso, alquilo habitación, clases de guitarra, aprende a hablar inglés en sólo dos meses, intercambio libros, vendo coche… como ya sabemos todas estas frases forman parte de los múltiples carteles que empapelan los barrios más concurridos de nuestro pueblo o ciudad. 

Y entre tanto ofrecimiento se oculta uno que parece inocente, pero que apareja un delito: Internet gratis, sólo 40 euros.

Desde la llegada de la crisis, son muchas las personas las se han lanzado a ofrecer sus servicios mediante anuncios en la calle. Entre las múltiples profesiones que se publicitan en la vía pública destacan los obreros y los pintores. Algunos de éstos, presos de la depresión económica, no extienden factura y evitan el IVA al cliente.

Pero entre estos dos gremios aparece un nuevo profesional en auge, el «informático» (entre comillas) o el técnico de reparación de ordenadores, que promete una conexión Wifi por un pagó único de entre 30 y 50 euros.

«Por el simple hecho de colgar el cartel no estás cometiendo un delito, porque habría que demostrar que realmente has robado la conexión a otra persona, que te ha pagado por ello… Pero sí hemos logrado resolver algunos casos e imputar a la persona que realiza estas acciones un delito del artículo 255 del código penal por defraudación de fluido eléctrico y análogos», afirman fuentes de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía en su perfil de Twitter.

Las zonas más concurridas por estos «ladrones» suelen ser grandes urbanizaciones y barrios con una población más concentrada. Aunque no hay un perfil claro de las personas que cometen este tipo de delitos, los informáticos en paro de larga duración que necesitan sobrevivir a base de pequeños hurtos de conexión son los más comunes en el negocio.

Todos los dedos señalan y culpan al individuo que logra descifrar la contraseña de la Wifi, pero la Policía «recuerda» que el infractor y culpable es también la persona que contrata sus servicios, ya que es cómplice del delito.

El modus operandi es muy sencillo: pegan el cartel, esperan la llamada, que suelen ser muchas por lo atractivo de la oferta y acuerdan una cita en el domicilio del interesado.

Las personas que brindan una conexión Wifi por 50 euros o menos lo hacen localizando las Wifis más cercanas al hogar donde le han «contratado» y descifrando sus contraseñas.

Una vez hecho esto, el individuo podrá gozar de la conexión de su vecino de manera gratuita hasta que éste se dé cuenta y cambie la contraseña. La manera más fácil de detectar el robo es comprobar la velocidad de la conexión y verificar mediante un test de velocidad si la cantidad de megas recibidos es mucho menor a la contratada. Pero lo más importante es denunciar, porque los cuerpos de seguridad tienen muchos problemas a la hora de detener a los culpables por las pocas denuncias presentadas, aunque tal vez lo hicieran si conocieran que detrás de esta acción podrían estar cometiendo un delito de descarga ilegal o pornografía infantil, y es que si alguien comete un delito conectado a una red Wifi ajena podrían imputar dicho delito al propietario legitimo del servicio.

«El perjuicio que acarrea este hurto es menor para el usuario, ya que sólo ve disminuida la velocidad de su conexión y puede arreglarlo con un simple cambio de contraseña de su router por lo que se producen muy pocas denuncias. Lo que la gente no sabe es que podría estar contribuyendo a cometer un delito de pornografía infantil, descarga ilegal o un robo digital y que si esto se detectara el principal sospechoso sería él mismo porque la IP nos llevaría directamente a su router. Después tendría que demostrar que no era él quien había cometido el delito», espetan fuentes policiales.

El aumento de este tipo de servicios no sólo debe a la crisis. Las ventajas de no superar los 400 euros de robo, convierte a la acción en un delito menor, por lo que el infractor podría tener que pagar una multa como mal mayor.  

Cómo robar Wifi al vecino

Pero el enemigo de la Policía no son sólo personas físicas que ofrecen el Wifi ajeno por un bajo coste, páginas web y aplicaciones que explican cómo realizar esto también se convierten en el objetivo de las fuerzas de seguridad, aunque reconocen que son más difíciles de detectar.

Una de las páginas más populares y visitadas en este mercado es la de www.comorobarwifi.org.

Es decir, como conocen que lo publicado tiene un fin que acarreará un delito, se salvaguardan y camuflan su propósito en una buena acción

Aparte de esta página web existen aplicaciones para teléfonos con sistema operativo Android como Wifi Unlocker que es capaz de obtener la claves de routers TECOM-AH4222, Thomson, Privat, Blink, TECOM-AH4021, SpeedTouch, DLink, O2Wireless, INFINITUM, BigPond, Otenet, Orange Bbox, DMAX, Discus, eircom,WLAN_, FASTWEB-1, Alice, WLAN, JAZZTEL, YaCom, InfostradaWiFi, TN_private_, CYTA, InterCable, Axtel, and MegaRed, SKY…

La contraseña sólo podrá ser descifrada si no se ha cambiado la clave original del router, ya que este tipo de programas almacenan claves por defecto que el fabricante instala de origen al router, por ello es importante cambiarla y utilizar un cifrado WPA2.  

Para el sistema IOS de IPhone existe otra app llamada Wifiaudit

En definitiva, si la velocidad de su conexión es lenta o tarda demasiado tiempo en descargar algún archivo, debería comprobar si alguien puede estar conectado a su red Wifi, si confirma sus sospechas no dude en denunciar a la Policía porque además de prestar un servicio a su comunidad de una forma altruista, podría ser acusado de un delito de mayor gravedad. Además de una denuncia, cambiar de contraseña cada mes y un cortafuegos (Firewall) también pueden ayudarle a mantener alejados a los ladrones de Wifis.

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