Vaciando el aire de las caracolas…LXXXIX

Publicidad

Etiqueta

 Etiqueta

Mateo Marco Amorós

Aunque lo de la Denominación de Origen nos suene a cosa reciente, no lo es. Porque desde antiguo ha habido productos vinculados a sus territorios de producción: Vinos de Samos, de Creta, Oporto… Los pueblos, sintiéndose orgullosos del fruto de sus quehaceres, se pregonaban como reclamo para validar en los mercados sus riquezas. En mi infancia aún perduraba en Villena el orgullo por los ajos, «Ajos de Villena» se publicitaba. Cuando veo ahora «de Las Pedroñeras» me ataca la nostalgia y un dolor por lo perdido de la tierra en mi tierra.

En enero de 1927, «El Pueblo de Orihuela» calificaba de encomiable la labor desarrollada en la región para la resolución del problema naranjero –véase «Del problema naranjero». En «El Pueblo de Orihuela, 18.01.1927–. El problema naranjero era que los mercados, como siempre, exigían cada vez más, más calidad Así, desde instancias regionales se fomentó la necesidad de crear organismos y protocolos de inspección para garantizar la requerida calidad. Para ello, en Orihuela se constituyó una Junta Local de Inspección que, atendiendo a lo acordado en Valencia, visitaba diariamente los almacenes de exportación y depósitos de naranja. También en la estación de ferrocarril se examinaba el fruto dispuesto para el embarque. Y en el puerto de Cartagena, donde había un vocal de Orihuela en la Junta de dicho puerto.

Según las recomendaciones de la Junta Central Naranjera, las naranjas impropias para la exportación eran aquellas que tenían en su interior puntos blancos helados, las que manifestaban pérdida de zumo y las recogidas del suelo. Vistas las exigencias, la Junta Local, además de las labores de control, consideró la posibilidad de poner en práctica un objetivo pretendido años atrás: el de ponderar las naranjas oriolanas concretando la procedencia. Para ello se ideó una etiqueta con el escudo de la ciudad, «atravesado por una cinta, en la que con grandes caracteres se lee ‘Orihuela'», debajo de la cinta «en letra más pequeña a derecha e izquierda se lee Alicante-España; en la parte superior de la derecha se consigna el número que corresponde a la caja que se exporta y en el ángulo inferior de la etiqueta, el sello de haberse verificado la inspección del fruto que contiene con rotulación en tres idiomas, español, alemán e inglés.»

Para evitar posible fraudes, la Asociación de Naranjeros administraría el control de las etiquetas. El vínculo al origen era garantía. Garantía y orgullo por lo propio, por el propio «fruto dorado». De Orihuela.

Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*