La revolución de la idiotez

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Laura F. / A propósito de…

¿Qué entendemos por idiota? Generalmente se comprende así a las personas de escasa formación a causa de su poca inteligencia, por lo que no comprende lo que ocurre a su alrededor, ni si quiera aunque se le explique. La palabra “idiota” tiene otra acepción, mucho más grave, en psiquiatría, pero aquí no nos interesa. Con el significado latino ya tenemos bastante para definir las acciones de los diferentes gobiernos y ministros de educación que hemos tenido y que todavía tenemos. Pero lo más triste y deprimente es que los padres, cuyos hijos se ven afectados, ni están ni se les espera para una protesta masiva. Cosa que no ha ocurrido en la cuestión de la jornada continua. Para ésta sí se han puesto en marcha.

La cuestión es que poco a poco van desapareciendo las asignaturas de humanidades del sistema educativo. Hoy ya se sabe: la Literatura Universal desaparece del sistema educativo español como asignatura optativa en 2º de Bachillerato. ¡¡Era optativa!! ¡¡Cuando debía ser obligatoria!!. Y ahora, se la finiquita directamente. ¿Alguien implicado en el tema se ha manifestado? De hecho, hoy mismo se lo he preguntado a un familiar, a cuyo hijo afecta, y no sabe nada. ¡Y lo que es peor! La respuesta es: ¿Y qué vamos a hacer? Mi respuesta es: Pedid explicaciones a las AMPAS, ellas son las responsables de luchar por un sistema educativo de calidad. Movilizaos. Exigid vuestros derechos, por vuestros hijos. Pero… no. No nos engañemos. ¿Qué sentido tienen las AMPAS? ¿Cuál es su papel? ¿Por qué deben luchar?…No se sabe. Y el caso es que nuestros jóvenes van camino de ser los más catetos de Europa. Bueno, si por catetos entendemos no tener una cultura general en la que se pueda opinar, o por lo menos escuchar una conversación y entenderla, sobre quién fue Chopin, Mozart, Monet, El Greco, Gengis Khan, Nelson, etc. Sí. Porque cada vez tienen menos peso en la formación de nuestros hijos, tanto la Historia como la Geografía y ahora la Literatura. ¿Quién sabrá, de nuestros hijos, de la existencia de Joyce, Shakespeare, Lope de Vega, Tolstoi, Vedas, etc.?

Es evidente que no soy yo sola la que denuncia estos hechos. Pero sí que me sumo a los que lo hacen con el dolor de un futuro deprimente para nuestros profesionales venideros. Vamos hacia generaciones analfabetas de sensibilidad hacia lo bueno y bello de la vida. Los estamos condenando a ser meras piezas de un engranaje que los alienará. El “brillante” ex ministro Wert, dijo: “Los alumnos no deben estudiar lo que quieren, sino lo que propicie su empleabilidad”. ¡Olé! Que buen ciudadano europeo, que acata servilmente lo que digan las grandes multinacionales, lobbys, que maneja el mundo. Por cierto, la idea va por caminos de culturas odiadas apenas hace treinta años. En esto es lo que va a quedar el Documento Delors del 96. ¡Vaya cagada! Y los padres tan tranquilos, como si no fuera con ellos. ¿No les duele lo que lleguen a ser sus hijos? Personas sin capacidad de reflexión, insensibles, ignorantes,…, sólo burros de carga que sirvan para trabajar y en lo que les digan.

Ya se está comprobando… Lo vemos en cada joven que emigra para trabajar en el extranjero de lo que no quiere hacer en su patria, y con estudios superiores. Éstos, por lo menos llevan algo de cultura. Los del futuro nos recordarán lo que fue para las personas la Revolución Industrial en las sociedades del siglo XIX. ¡Qué pena! ¡Qué triste! ¡Qué desesperante! Para los que valoramos lo que esto supone. ¿Y pretendo convencer de la importancia de la Inteligencia Emocional y de las Inteligencias Múltiples? Soy una soñadora desencantada. Pero seguiré dando la lata, como otros muchos. Quizá demos con algún alma líder, políticamente hablando, que sea empático con el pueblo que pretenda guiar. La esperanza es lo último que se pierde. Porque donde esté el placer de leer, la sensación mágica cuando abres el libro para comenzar su lectura, el olor a vainilla, el mundo mágico al que nos transporta, experimentar las diversas emociones que son lo que nos hace humanos… Eso… ¡Nunca! Porque… ¿recuerdan ”Tiempos modernos” de Chalie Chaplin? Eso es lo que quieren.

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